Entrevista a Fernando Andina
"Soy un tipo con suerte que ama lo que hace"
Es una de las miradas más atractivas de la ficción
televisiva de nuestro país. Transmite seguridad en sí mismo, es amable y
perseverante. Entre casting y preparación de nuevos proyectos me hace un hueco,
en uno de esos días que él define como “caóticos”. Lleva 20 años mimetizándose
con sus personajes: Lucas, Mateo, Pablo,… Puede ser muchas personas, en
distintos registros, pero, sin embargo, podría presumir de tener mucha
personalidad. Nació en Madrid, y dicen que de Madrid al cielo, un firmamento
que este actor tocó a los 17 años y por casualidad, pero, parece ser que el
destino enía todo escrito y le deparó un gran número de éxitos. Amante fiel de
lo que hace, de su profesión, pero sobre todo amigo de sus amigos. Se ha
volcado para dar lo mejor de sí en cada golpe de claqueta, en cada apertura de
telón o en cada pantalla de cine. Hablar de Fernando Andina, es hablar de las
series de televisión más exitosas de nuestro país, es hablar de cine, de teatro
y… Microteatro. Conversamos con el actor en el salón de su casa de Madrid, un
lugar perfecto para conocer de primera mano a uno de los rostros más conocidos
de la interpretación en España.
¿Qué te encauzó por
el sendero de la interpretación?
Una casualidad, me fui a Estados Unidos a estudiar COU y
volviendo de entrenar del equipo de fútbol americano, la profesora de arte
dramático me ofreció un papel de un italiano, que hablaba poco. Al principio
dije que no, pero luego me enteré que daban muchos créditos por eso que me
ofrecía. Me decidí a hacerlo y me encantó y a la segunda función ya me dieron
un papel protagonista. Después hice musicales y me puse a estudiar
interpretación allí y luego ya me vine a España.
¿Hubo algún referente
que te inspirase?
Esta profesora le gustaban los clásicos del cine. Y al
principio me dijo una locura: “Tienes la misma fuerza que Brando”. No quería
decir que fuera igual de buen actor, ni mucho menos. Yo, por mi parte, me puse
a ver películas de Brando y se convirtió un poco en un referente, un icono.
Llorar en el camerino después de aquella función, en la que
no tenía más esperanza que la de conseguir esos créditos. Lloré de emoción, por
el éxito que tuvimos y eso que era un papel pequeño. Pero, me habían echado de
nueve colegios, había vivido en cinco países. Era un poco díscolo, un poco
desastre y yo creo que era la primera vez que me sentía orgulloso de lo que
hacía.
Como decías, vuelves
a España y te das a conocer en ‘Al salir de clase’ ¿Qué te suscita recordar la serie?
Bueno, yo vuelvo a España, me pongo a estudiar arte
dramático y estoy cuatro años estudiándolo, es importante, porque hay gente que
se piensa que ‘Al salir de clase’ aparece de un día para otro. Y no, hay mucho
trabajo y constancia detrás. Yo hice teatro con la gente de la escuela de
interpretación.
En Al Salir de Clase, entré con recelo. Estudié en el
laboratorio de William Layton, una escuela muy comprometida y entonces desde la
escuela se veían productos de TV como ‘ASDC’ con sospecha y me costó mucho
entrar. Entré muy escéptico y a la tercera semana ya era el tío más feliz del
mundo. Fíjate, tíos de 20 años ganando pasta y teniendo mucho éxito es un
sueño. En ‘ASDC’ aprendí un montón y me lo pase muy bien.
Siempre has hecho
series de mucho éxito, como ‘El Comisario’ ¿Qué significó para ti esta ficción?
En ‘El Comisario’ estuve siete años y apartir de ahí te
creas una familia. De la serie saco alguna amistad, de las de para toda la vida
y el hecho de haber trabajado en una de las mejores ficciones que se han hecho
en este país.
De las series que ves
ahora en la parrilla de televisión ¿En cuál te gustaría tener un papel?
O una comedia disparatada como ‘La que se avecina’, soy fan de
‘Cuéntame’ que es una serie que ha sentado cátedra. Y luego ‘El tiempo entre
costuras’ que es una serie preciosista que requiere un cuidado excepcional de
todo y que está bien currada.
Se te conoce sobre
todo por tus papeles en televisión, pero has hecho cine, teatro… ¿Con cuál te
quedas?
Me quedo con las historias y los personajes. Me siento muy
cómodo en las tres, quizá he trabajado mucho más en televisión y lo domino
mejor. Me quedo con la inmediatez de la tele, el enfrentarte todos los días a
un texto distinto, el ver un arco de personaje que dura muchos capítulos,
tramas que duran meses,... Del cine, que está todo muy cuidado es como la
televisión, pero con pausa y con el fin de darlo todo en las semanas de rodaje.
Y del treatro, me quedo con el público y la adrenalina de subir al escenario,
el salir y no poderla cagar, porque la gente está ahí, ha pagado por verte y no
puedes decepcionar.
¿Qué es lo peor de tu
profesión?
Lo peor, el paro, que es la situación en la que me encuentro
ahora, aunque hago cositas de Microteatro, teatro, vuelvo a la escuela a ver cómo
van los chavales,… Lo peor es la incertidumbre. Es un trabajo muy gratificante
mientras lo ejerces, pero luego, cuando acabas, igual pasan seis meses y estás
manos sobre mano, mirando el teléfono. Sobre todo estos dos últimos años en los
que la cosa está tan convulsa. Llevas quince años sin parar y de pronto te
sales de la rueda y pasan siete meses sin que te llame nadie.
Y lo mejor es…
Bueno, yo digo que es la profesión más bonita del mundo. Hay
muchas cosas, el reconocimiento de tus compañeros, el aplauso del público,…
Cosas que parecen tópicos, pero son verdad.
Hablabas ahora de
público ¿Cómo llevas la fama?
A mí me encanta, pero entiendo a los compañeros que, por su
carácter, les sobrepasa y lo llevan peor. Ya te digo, a mi me gusta, la gente
suele ser más educada y respetuosos de lo que puedes llegar a pensar y cuando
de repente me llaman Mateo, que es el personaje que yo hacía en ‘ASDC’, o me
llaman Pablo, que era el de ‘Sin Tetas no hay Paraíso’ y te cuentan la trama y
te hablan del personaje es muy bonito, porque eso es que les has dejado huella.
Mencionabas anteriormente
el ‘Microteatro’, que ahora mismo está en auge ¿Para ti qué es lo mejor del
género?
Que es algo muy accesible (4€ por función). Me quedo con la
cercanía entre actor y público. Algo muy ‘punky’ del Microteatro es tener cerca
a la gente e interactuar con el espectador. Es muy bonito hacer 6
microfunciones seguidas, terminar en 15 minutos una y tener tres para
prepararte la siguiente función. Lo bueno es que es en un bar, que puedes
entrar con tu copa. El espectador tiene muchas ventajas, puede ver varias
funciones en una noche, es un sitio que gusta y cabe todo el mundo.
El personaje que
hayas interpretado que mejor recuerdas es…
Lucas, porque fueron siete años. A Mateo también, porque fue
el primero. Y de ‘Una historia de amor y miedo’, con un personaje sin nombre,
porque fue una experiencia muy bonita junto a Nacho López y Dafne Fernández.
¿Cuál crees que sería
el papel de tu vida?
Afortunadamente, yo creo que el personaje de mi vida está
por llegar. Siempre.
Y… ¿Cómo vives la
preparación de un personaje?
Acojonado. Es fundamental la dirección, el encontrar a
alguien que te dirija, que estudie contigo el personaje y que lo haga con
cariño. El actor está muy perdido, porque cuando estudias interpretación se te
da una técnica, pero cuando te enfrentas al personaje te preguntas todo el rato
por él. Es un trabajo de casa, bonito, pero duro.
¿Y de un casting?
Yo tengo la tremenda suerte de que se me dan muy bien los
casting. Hay amigos a los que los casting les superan, porque es verdad que se
siente unos nervios que bloquean. A mí en Estado Unidos, en clase de
interpretación, me ayudaron a preparar el casting o el personaje pensando “Que
suerte tienen de haber dado conmigo, porque yo soy el personaje” y entrar así
en la sala y por supuesto seguro de lo que voy a hacer, aunque ya te digo que
hay a mucha gente, que es muy buena, q la que esto le supera.
¿Qué te queda por
interpretar?
Muchísimo. Supongo que por lo que he hecho a lo largo de mi
carrera me falta algo más de comedia. Me encanta la comedia. Algo en lo que la
audiencia compruebe y diga “Mira, este chico, que siempre hace papeles de pijo
enfadado sabe hacer comedia, bailar,…” Algo que rompa un poco los esquemas.
¿Con quién te
gustaría trabajar y no lo has hecho?
Mira, tenía dos iconos, que eran Pepe Sancho y Lluis Homar y
al final trabajé con ellos en Imperium. Me encantaría trabajar con Javier Cámara,
con Juan Diego, Nuria Espert,… Hay muchos.
Por ejemplo ¿Te ves
chico Almodóvar?
Me encanta el Pedro de los 80’S-90’S y por supuesto que me veo chico chico
Almodóvar, Chico Médem,… y de todo
director o directora que confíe en mí
Fuera de lo que vemos
en la pantalla ¿Cómo te defines?
Como un tipo con suerte, que ama lo que hace. Sí que es
verdad que estos años han sido más flojos, pero forma parte de la profesión. Yo
con 17 años no sabía ni qué hacer en mi
vida y entonces apareció aquella profesora y apareció el teatro y desde
entonces soy una persona con un lugar en el mundo.
A parte de tu trabajo
¿Qué es lo que más te gusta?
Una cena con mis mejores amigos. Me encanta viajar, pero no
está es mi prioridad. Lo primordial es que mi gente esté bien, juntarnos y
compartir un vino, una copa, … Eso me completa.
Has mencionado varias
veces a aquella bendita profesora. Si no fueras actor, serías…
Te juro que no tengo ni idea. Mi padre siempre me dijo que
hubiera sido un gran abogado, porque tengo mucha capacidad de convicción.
También escribo relativamente bien, algo de letras, supongo. Pero, es algo que
no me plantee entonces, imagínate ahora con 37.
¿Qué ha cambiado en
ti de los 17 a los 37?
Soy más feliz ahora que antes, que eso a veces a la gente le
sucede a la inversa. Los actores seguimos siendo niños que jugamos a vaqueros e
indios y a policías y ladrones y hacemos un oficio de ello. Con 17 años estaba
peleado con el mundo y gracias a la interpretación he ganada en seguridad en mí
mismo. Estoy más feliz.
Escribes bien ¿Nunca
te has planteado publicar algún libro o dirigir?
Me parece una pasada el actor que tiene la valentía de
ponerse a dirigir. Hay un actor de ‘ASDC’, que es Sergio Peris-Mencheta, que se
está llevando todos los premios y que tiene un éxito merecidísimo. Siento
envidia sana por ellos.
Estoy más cerca de escribir un libro que de dirigir. Escribo
relatos cortos, artículos que se quedan en un cajón,…
Para terminar… ¿Qué
nuevos proyectos tienes?
Retomar ‘Una historia de amor y miedo’, que bueno, Dafne ya
no va a estar por otros compromisos y hemos hablado con Manuela Vellés que es
una gran actriz y luego parece que parece que empiezan a moverse series que
arrancan ahora, así que a cruzar los dedos…
Foto y texto: Víctor Amor
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