Día 2. Amor perdido.

¿Te acuerdas de Ana? Sí. Ana, la de mi curro. Me ha preguntado por ti.

Yo me he puesto muy nervioso. He sacado un par de cigarros de mi cajetilla y la he contestado con los ojos vidriosos: “Vamos. Te invito a un piti y te cuento”. Lo siento, no pude evitarlo. También me dio su teléfono, dice que por si necesito cualquier cosa. Al fin y al cabo ella va por su segundo matrimonio.

La jornada ha sido interminable, ya sabes, lo de siempre. Llamadas, nota de prensa, llamada, llamada, reunión, llamada,…

Y hablando de llamar… Llamé a Elena. Quedé con ella.

Me he recorrido medio Madrid para ir a buscarla a la facultad.

Odio los autobuses de la EMT, bueno, en realidad en las últimas 48 horas odio a todo el mundo. La traje a casa, no me apetecía pasearme por  ahí, si no es contigo.

Hemos pillado un par de latas de cerveza en el chino de la calle Hortaleza, hemos subido a casa y hemos hablado durante horas. En realidad sólo ha hablado ella. Bueno, te estoy mintiendo, se ha pasado las horas poniéndote verde.

He desconectado a los diez minutos. He vuelto de vez en cuando, en los momentos que te ha llamado “cabronazo”.

Se ha autoinvitado a dormir. Ya sabes como es. Nunca puedo decirle que no.

Como un resorte se ha puesto en pie. Es puro nervio.

Está quitando todas tus fotos del salón, yo como un tonto la he dejado, por pura desidia. La única condición es, que las fotos de Londres se queden como están.

Me ha robado el ordenador. Sabía que lo haría, sabía que pondría Marta Sánchez. Es corporativismo entre rubias. Ella escucha a todas horas sus canciones y a cambio la otra le da bola sacando temas nuevos.

Me animé a cantar, sabes que no me gusta hacerlo, por miedo a la lluvia. Cuando me estaba animando ha sonado “Amor perdido”:

“…En medio de la soledad y dentro de una oscuridad, que cada vez me envuelve más.  Amor, amor, amor perdido...”

¿Qué coño te he hecho Marta Sánchez? ¿Tú también estás en mi contra? ¡Arg!

A decir verdad, que esté Elena me hace tanto bien… Va a dormir conmigo,  sabes que no soporto que ocupen tu lado de la cama, pero, por lo menos no estará vacío.

¡Por cierto! Me ha dicho que el sábado salga con ella y unos amigos. No estoy por la labor, pero unas copas no hacen daño a nadie. En fin. No se qué hacer ¿Qué hago? ¿QUÉ HAGO?