No puedo parar de mirar el cuadro de la pared, me recuerda
tanto a ti. Ahí está, en el mismo sitio que ayer, cuando te fuiste. Kate Moss,
con su melena rubia y apurando un cigarrillo, parece no importarle donde caiga
la ceniza. Me mira, como echándome la culpa. No he podido por menos que agachar
la cabeza, me ha intimidado. En realidad ella impone.
Cabizbajo he visto el tabaco y me he puesto a fumar, desde
ayer no hice otra cosa que alquitranar mis pulmones y evocar, y evocar, y
evocar, y…
¿Sabes qué? Me he acordado de Sheperd’s Bush. De las casitas
blancas perfectamente alineadas. De cuando paseábamos hasta las tantas mirando
cada una de ellas fantaseando con comprar una. De cómo nos tirábamos en el
césped al salir del curro. De de contestar a mi madre al teléfono con evasivas,
para así no cejar de mirarte. Me he acordado de ti. De aquel verano en el que hicimos de Londres nuestra
trinchera. De entretejer nuestras manos en la hierba de Regent's Park.
¿Recuerdas cuando comíamos perritos calientes en Queen’s
Walk? Yo intentando hacer ver que era londinense, de toda la vida. Tú
esmerándote en quitar el Ketchup de la camiseta.
Recurro a la radio. Ella siempre me ayuda, y… casualidades
de esta puta vida, suena Torn de Natalie Imbruglia:
“I’m all out of faith, this is how I feel. I’m cold and I’m ashamed bound and broken on
the floor. You’re a little late. I’m already torn…”
¡No puede ser! El mundo está conspirando contra mí. Mejor
apago.
He mirado el teléfono ¿Sabías que tenemos 1172 fotos juntos?
He ido directo a la carpeta de aquel verano. Soy masoca, lo se, pero… Londres es nuestro
lugar. Allí erupcionó todo. Aterrizamos
siendo amigos, despegamos siendo más que eso.
Recuerdo que, cuando el avión empezaba a levantar vuelo en
Heathrow, me besaste y dijiste: “Es por
si esto se cae, que sepas que te quiero”. Eres un hijo de puta, cosas así
no se dicen tan a la ligera.
Acabo de pensar en John y William,que fueron cómplices del
inicio, de lo que nos quisimos, de las noches en Londres… He pensado en llamarles y decirles que ya no
estás. Pero… tanto a ellos, como a mí, les encantará seguir pensando que
estamos juntos.
A quien voy a llamar es a Elena, al fin y al cabo, siempre os
habéis caído mal.
We will always have London...
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